- 18 de mayo de 2017. A las 21:00 horas. Teatro Leal. La Laguna. Tenerife.
- Entradas desde 10 €. Comprar >>
Raquel Tavares, será la encargada de cerrar la edición 2017 del Festival de Fado de Canarias.
No es un casual que la suya sea una de las más importantes y consistentes voces del fado contemporáneo, enraizado a su vez en la más profunda tradición, espejo fiel del alma portuguesa. Es el fado lo que da sentido a su vida. Fadista de raza, ya con doce años venció en una Gran Noche del Fado, y es el fado quien la lleva a fascinar al público de más de una docena de países en medio mundo.
Raquel Tavares acaba de publicar su cuarto y esperadísimo disco, “Raquel”, donde aborda algunos fados de corte tradicional con la fusión entre éste y otras músicas y sonoridades atlánticas. Raquel Tavares es una de las cantantes portuguesas más brillantes y de mayor éxito de los últimos años.
El Fado
El término “fado” proviene del latín (fadum), que significa destino, y aunque sus orígenes no se conocen con exactitud, los primeros registros se remontan al siglo XIX. El fado es un género artístico que alía la música a la poesía, y que se practica extensamente en diversas comunidades de Lisboa. Es una síntesis multicultural de bailes cantados afrobrasileños, de géneros tradicionales locales de canción y danza, de tradiciones musicales de las zonas rurales del país aportadas por las olas sucesivas de inmigrantes a la ciudad, y de corrientes de la canción urbana cosmopolita de principios del siglo XIX.
El fado lo suele interpretar un solo cantante, hombre o mujer, con el acompañamiento de una guitarra acústica de cuerdas metálicas y de la guitarra portuguesa, una especie de cítara en forma de pera, provisto de doce cuerdas metálicas, que es un instrumento único en su género y que cuenta con un vasto repertorio en solo. Desde hace varios decenios, el acompañamiento musical se ha enriquecido y comprende una o dos guitarras portuguesas, una guitarra clásica (viola de fado) y una guitarra bajo. El fado lo cantan profesionales en el circuito comercial de conciertos y en pequeños locales llamados “casas de fado”.